jueves, 15 de agosto de 2019

Javier Marías, articulista


    Hace más de año y medio que sigo con regularidad las publicaciones semanales del escritor madrileño Javier Marías en el diario El País de España, artículos que cada domingo abordan temas disímiles, relacionados al comportamiento humano y a la vida en sociedad, desde una perspectiva siempre novedosa, en un estilo fresco y directo que conecta inmediatamente con el lector, como si se tratara de una conversación de café en la que el autor expone sus peculiares puntos de vista y el receptor se queda con varias ideas que lo obligan a repensar en los aspectos que trata.
    El conjunto de artículos que ha publicado entre febrero del 2017 y enero del 2019 se han reunido en un volumen de reciente salida, bajo el título de Cuando la sociedad es el tirano (Alfaguara, 2019), encabezado de una de sus columnas que puede considerarse el núcleo central de sus razonamientos, pues es una constante en el pensamiento del autor aquella tendencia muy en boga hoy en día de querer dar siempre la razón a lo que exige, quiere o aspira la masa, esa montonera mayoritaria o minoritaria, según el caso, que busca imponer sus dictados a partir de lo que se considera como propio del sentido común o de lo políticamente correcto. La idea aparece en un ensayo del filósofo inglés John Stuart Mill de mediados del siglo XIX, que el articulista retrotrae a los tiempos actuales.
    Ágil, ameno, incisivo y sin contemplaciones se muestra el autor cuando desmenuza el asunto que tiene entre manos, sea sobre fútbol, libros, autores, el independentismo catalán, la infantilización del mundo, los extremos del feminismo, el franquismo, la entronización de tiranuelos populistas, etcétera. Se trata de enfocar la realidad desde lo no pensado, como señala el propio Javier Marías, desde un ángulo de mira que generalmente se soslaya porque se prefiere el cómodo lugar común de lo convencional, de lo ya establecido, de aquello impuesto por la tiranía de los medios y sus agentes sociales que actúan como cajas de resonancia, especialmente las denominadas redes sociales y su cohorte de esclavos virtuales.
    Los artículos de Javier Marías son una constante invitación a la reflexión y a la crítica, por lo controversial de sus juicios, con los cuales podemos estar de acuerdo o no, pero seguramente nunca nos dejarán indiferentes. De hecho, muchas veces no teme nadar contra la corriente, cuando pone por encima de todo el soberano derecho a la libertad, como sucede al tratar asuntos aparentemente zanjados como la prohibición de las corridas de toros, del consumo del tabaco, la lucha ecologista y otros. Son temas indudablemente polémicos que el autor recorre desde la otra cara de la luna, haciéndonos ver los trasiegos de impostura que pueden mostrar hasta los temas considerados indiscutibles por la sociedad hoy en día.
    Es particularmente duro y punzante al llamar la atención sobre una de las derivas más nefastas de las sociedades democráticas en muchos países del mundo, especialmente de Occidente, como es el caso de Estados Unidos, que ha tenido la desdicha de elegir a un presidente notoriamente ignorante, bruto y fanfarrón, modelo que han copiado con ligeras variantes la Italia de Salvini, el Brasil de Bolsonaro y la Inglaterra del Brexit. Con lo terrible que ya era el mundo con un Putin en Rusia, un Orbán en Hungría o un Duterte en Filipinas, la ola populista no se ha contentado hasta entronizar en los grandes países la necedad y la zafiedad como formas de gobierno. En el lado español, especialmente sensible para el escritor, no pasa desapercibido el engorroso caso del procés, la pretendida y pretenciosa lucha por conseguir la independencia de Cataluña, impulsada por nombres no menos odiosos que los anteriores: Puigdemont, Torrá, Forcadell.
    Como buen observador de la condición humana, desmenuza sin miramientos sus miserias y desatinos, sus bajezas y embustes, pero también sus grandezas y logros, especialmente en el terreno artístico. Interpreta y disecciona el accionar del ser humano en su relación con el poder y el de la sociedad como agente de movilización y de factor decisivo en los cambios que el mundo ha experimentado en los últimos tiempos. Su mirada escéptica, irónica y muchas veces corrosiva, desmitifica ciertos estereotipos instalados en el inconsciente colectivo, dejándonos elementos conceptuales valiosos para la comprensión y el entendimiento de la dinámica social de este animal complejo que es el hombre.

Lima, 5 de agosto de 2019.

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