sábado, 15 de mayo de 2010

Tragedia griega y otros asuntos

TRAGEDIA GRIEGA. El legendario país de la Hélade, cuna de la democracia y del pensamiento occidental, heredera de la milenaria sabiduría de sus poetas y sus filósofos, está atravesando por la encrucijada de una crisis fiscal que la ha puesto al borde del colapso. Víctima de los desafueros del capitalismo voraz, de un sistema desalmado e inicuo que solo persigue el lucro y la ganancia desmedidas, ha tenido que verse en la necesidad de entregarse al rescate engañoso que le ha procurado la Unión Europea, sobre todo Alemania y Francia, dos de los mayores acreedores de la inmanejable deuda griega que ha arrastrado al país a esta condición insostenible. Una situación similar a la que vivió Argentina en el pasado reciente, y que sólo se pudo afrontar a través de una moratoria de la deuda, una medida que en el caso griego ha sido obviada por no favorecer los intereses de quienes jamás quieren perder, es decir, de los bancos, principales tenedores de los bonos de la deuda pública griega. Los millones de euros que han alcanzado como ayuda los miembros de la UE, no hará sino incrementar a largo plazo una deuda que para el gobierno de Giorgios Papandreu ha significado un verdadero dolor de cabeza, pues de por medio están también problemas de corrupción e ineficacia en el manejo de las finanzas públicas de la administración actual. Esto además de lo que se viene para la población, como recorte de salarios y pensiones e incremento de impuestos. La inminente quiebra del país amenaza extenderse a otros del continente, como Portugal, España e Irlanda, quienes viven situaciones similares a las que han desembocado en la dramática coyuntura que afronta el gobierno de Atenas.

VUELVEN LOS TORIES. Luego de varios días de incertidumbre, tras las elecciones parlamentarias, se ha conformado el nuevo gobierno inglés, que reemplazará al actual Primer Ministro Gordon Brawn. El tradicional Partido Conservador --el mismo de Winston Churchill y de Margaret Thacher--, regresa al poder después de trece años, de la mano de David Cameron, un joven líder pragmático y de cierto carisma, que sin embargo en las votaciones del pasado 6 de mayo no pudo alcanzar la mayoría absoluta, lo que le hubiera significado el acceso directo para poder formar gobierno. Ha tenido que abrir negociaciones con el Partido Liberal-Demócrata de Nick Clegg --quien asumirá las funciones de viceprimer ministro--, para alcanzar el número necesario de votos que le permitan asumir la conducción del gobierno desde el número 10 de Downing Street. El Partido Laborista, en el gobierno hasta ahora, ha perdido un número significativo de escaños en el parlamento, lo mismo que los liberal-demócratas, mientras que los conservadores pasan a ser la primera fuerza política. Para llegar a este acuerdo entre conservadores y liberales, ambas agrupaciones políticas han tenido que hacer mutuas concesiones en materias claves de gobierno para los próximos años, como por ejemplo en el caso de la reforma electoral, exigencia de los liberales que será sometido a referéndum en el próximo gobierno. Pero también preocupa a nivel de la Unión Europea las posturas que vaya a adoptar David Cameron como Primer Ministro, conociendo sobre todo las posiciones antieuropeas de los conservadores.

ARIZONA SB 1070. De discriminatoria, racista y xenófoba, ha sido calificada la ley antiinmigrantes, promulgada el mes pasado por el Estado de Arizona (EE.UU.), pues criminaliza a los indocumentados y faculta a los agentes policiales a realizar detenciones de cualquier persona basados en “dudas razonables”. La razón esgrimida es paradójica, porque cuestiona el mismo origen de una nación que está hecha de inmigrantes, que en diversos momentos de su historia llegaron a suelo americano con la esperanza de cumplir lo que ahora irónicamente se puede llamar el “sueño americano”, pero que para muchos es perfectamente posible que se trate más bien de una pesadilla. Es evidente que dicha ley atenta contra los derechos humanos, y por ello con justo motivo hasta el propio presidente de los Estados Unidos ha tenido declaraciones contrarias a su promulgación, así como el alcalde de Phoenix, la capital estatal, quien ha dicho que la ley es inconstitucional, y que la solución pasa más bien por una reforma integral del sistema migratorio estadounidense. Si bien la ley entrará en vigencia a fines de julio, ya el gobierno federal debe empezar a accionar los recursos que le franquea la Constitución para evitar que una normatividad tan ridícula y vergonzosa entre en vigor en territorio de uno de sus estados, porque además el mal ejemplo parece que empieza a cundir. Y para continuar con esta ola totalitaria, la gobernadora de Arizona, Jan Brewer ha promulgado otra ley que prohíbe la enseñanza de estudios étnicos en las escuelas públicas del Estado. Varias ciudades norteamericanas, como Los Ángeles, Portland, San Francisco y Austin han decretado el boicot económico contra Arizona, lo cual puede significar importantes pérdidas económicas para este estado que se ha puesto a la cabeza en esta absurda política de excluir y perseguir al inmigrante, cuya condición hispana y latina es claramente mayoritaria.

Lima, 15 de mayo de 2010.

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