miércoles, 27 de diciembre de 2023

Los podridos

 

El destape de los arreglos y las componendas políticas entre la destituida Fiscal de la Nación y un grupo importante de congresistas, a través del nexo de su asesor, ha sacado a la luz por enésima vez la podredumbre moral donde está empantanado el Perú desde hace varios años. La actuación valiente y honesta de la fiscal Marita Barreto nos ha dado la punta del ovillo que va a desenredar todo este tinglado mafioso de la que la señora Patricia Benavides era presuntamente la cabecilla. Es decir, una auténtica organización criminal instalada en las oficinas del Ministerio Público, que servía como arma perfecta para los intereses y los enjuagues de quienes fungen de líderes políticos, siendo en verdad delincuentes de saco y corbata.

Con un Congreso en manos de pandillas de mafiosos que usan el mascarón de proa de partidos políticos, un Ejecutivo a cargo de sujetos sin escrúpulos que se siguen hundiendo en la impunidad, la desaprobación ciudadana y la ineptitud, sólo faltaba que la entidad pública directamente ligada a la administración de justicia fuera tomada por una persona que lideraba una operación de limpieza convenida y conveniente de los prontuarios de una decena de delincuentes que van disfrazados de congresistas, a cambio de sus votos decisivos que les permita capturar todas las instituciones posibles, comenzando por el Tribunal Constitucional (TC), la Defensoría del Pueblo (DP) y el Sistema Electoral, con el fin de garantizar sin trabas de ningún tipo el acceso al poder de otra incriminada por la justicia, para quien el juez respectivo ya ha citado a audiencia. Es decir, todo un entramado nauseabundo para protegerse entre ellos y salvarse de la cárcel, mientras la población se debate entre las consecuencias de la recesión económica y el espectáculo obsceno de una clase política con papeles de hampa.

Cuando ese lunes 27 de noviembre los fiscales del equipo especial que ve los casos de corrupción develaron la podredumbre que campaba en el Ministerio Público, Patricia Benavides, la suspendida exfiscal, respondió con una movida reptiliana, decretando en el acto la remoción de quien lideraba justamente dicho equipo fiscal. Sin embargo, quien fuera su asesor principal ya había sido detenido y comenzaba a revelar algunos detalles de la actuación de esta señora que confirmaban la sospecha que muchos tenían desde hace tiempo. Y ahora que se ha acogido a la condición de colaborador eficaz, entre otras razones para evitarse la cárcel, las pruebas empiezan a cantar por sí solas, desnudando las protervas intenciones y ejecuciones de esta auténtica banda de forajidos.

Consiguieron, bajo esta modalidad, copar el TC, tomar por asalto la Defensoría del Pueblo, destituir sin pruebas a la exfiscal Zoraida Ávalos, y se encaminaban a traerse abajo a toda la Junta Nacional de Justicia (JNJ), bajo acusaciones febles y sin sentido, sólo por el temor de que dicha institución no les permita llevar adelante todas sus cochinadas. Lo que a éstos les conviene es tener siempre a incondicionales a su servicio, cómplices serviles a sus propósitos delictivos. Y para que su coartada sea perfecta, hizo venir a Lima a todos los fiscales de provincias para que le cubran las espaldas y salga ante las cámaras de la televisión victimizándose y propalando una sarta de mentiras, negando en todo momento la delicada situación en la que se encuentra y desconociendo las evidencias que la incriminan.

Gracias a esas primeras declaraciones del inculpado directo es que confirmamos también las suspicacias que despertaba en algunos el proceder de esta señora. Ni bien accedió al cargo, por ejemplo, apartó a la fiscal a cargo de investigar a su hermana por haber recibido coimas de narcotraficantes para liberar a miembros de sus bandas. Enseguida, las movidas apuntaron a bajarse uno por uno los casos emblemáticos de lucha contra la corrupción, como el que encabezaba el fiscal Rafael Vela Barba, desbancado por la Autoridad Nacional de Control (ANC) del Poder Judicial, institución liderada precisamente por un integrante de su red mafiosa.

Y para coronar su aventura de inmundicia, el TC decreta la libertad del jefe de la tribu, en una movida de sospechosa coincidencia con todo este destape de la alcantarilla mafiosa. Pasando por alto las alertas de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), infringiendo de un modo flagrante las normas del Derecho Internacional, el más alto tribunal peruano que interpreta la Constitución, obedeciendo al entramado delincuencial que se venía abajo, decide colocar al país en una condición de desacato, situación que le acarreará efectos nefastos en el contexto de la comunidad latinoamericana y mundial. Quisieron ocultar la podredumbre descubierta, en una clara intención de crear una cortina de humo para desviar la atención pública, pero el hedor es tan grande que es imposible esta vez que la gente no se dé cuenta de la real dimensión de este tinglado de corrupción.

Jorge Basadre los describió con gran precisión en una pincelada de hace tiempo como los “podridos”, aquellos que “han hecho y hacen todo lo posible para que este país sea una charca”. Pues es en la inmundicia donde medran estos sujetos sin ética ni moral, y pretenden arrastrar a todo un país a sus chiqueros que les sirven de guarida. Ya son muchos años los que seguimos chapoteando en este pantano de corrupción y miseria, mientras la ciudadanía parece haber caído en la catatonia, atada de manos y tapada la boca para hacer frente a esta andanada mafiosa. Sólo unos cuantos colectivos se manifiestan en las calles para gritarles a los podridos que deben largarse, pero no es suficiente. El temor entendible a la respuesta del gobierno, que es con balas y a matar, hace que muchos quizá se abstengan de manifestar su protesta. Pero es en la acción decidida de todos donde se encuentra la clave para sacarlos de sus puestos de privilegio, como se ha demostrado en otras jornadas valiosas de lucha multitudinaria y coordinada. La llamada Generación del Bicentenario tiene todavía una tarea pendiente, no podemos dejar que los que han encharcado nuestra patria se salgan con la suya, ya no es posible seguir soportando tanta ignominia, la voz y la acción del pueblo, el auténtico soberano, debe hacerse sentir para iniciar la urgente labor de profilaxis que el Perú necesita.

 


Lima, 16 de diciembre de 2023.   

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