domingo, 28 de diciembre de 2025

El amor es un pájaro rebelde

 

El amor es un pájaro rebelde

I

La puesta en escena de la ópera Carmen de Georges Bizet en la plaza de toros de Acho, el pasado jueves 30 de octubre, ha supuesto toda una novedad en la vida cultural limeña. Es la primera vez que se presenta en un escenario como ese, lo que ha conllevado una serie de cambios en el montaje que han sido posibles por las características del espacio. Conmemorando los 150 años de su estreno en 1875, hemos tenido el privilegio de presenciar una de las obras icónicas de la ópera, una de las más representadas y tal vez la más hermosa. Calificada de obra maestra nada menos que por Chaikovski, ha encandilado también a Brahms, quien llegó a decir que llegaría hasta el fin del mundo para abrazar por ella a Bizet. Alguna vez, el filósofo Nietzsche llegó a decir que era su ópera favorita.

Dividida en cuatro actos, la obra narra la historia de Carmen, una gitana liberal y desinhibida que con su pasión volcánica desencadena una tragedia de la que ella misma es la víctima propiciatoria. Una historia de amor, celos, pasión y traición que tiene como coprotagonistas al soldado don José, a la perseverante Micaela y al torero Escamillo, quienes tejen una red de relaciones cruzadas en la Sevilla de comienzos del XVIII. Los sucesos se desarrollan en una tabacalera, cuyas trabajadoras sirven de comparsa para la evolución de los hechos, que se inician con la alegre gitana tratando de seducir a don José. Éste sobrelleva una relación con Micaela, hasta que la irrupción de Carmen pone en entredicho aquella amistad. Mas el carácter inconforme y veleidoso de la gitana, entusiasmada por la aparición en escena de Escamillo, vuelve a romper el frágil equilibrio de este curioso triángulo que parece cuadrado hasta que estalla en añicos con la muerte de esta a manos de su propio amante.

En los roles protagónicos estuvieron la mezzosoprano brasileña Luciana Bueno como Carmen y el tenor italiano Fabio Armiliato como don José. La Orquesta Ciudad de Lima estuvo dirigida por Gian Paolo Martelli. Más de 160 artistas en escena completaron el elenco de la obra. Para llegar al escenario tuvimos que sortear una fuerte congestión de vehículos que atestaron las inmediaciones del coso limeño. Además, ya dentro del recinto taurino, la ubicación numerada de los asientos adolecía de algunos inconvenientes, como el hecho de que una pareja de espectadores fuera asignada prácticamente a las espaldas de quienes ocupábamos las bancas correspondientes, con la incomodidad de tener los pies de ambos como nuestro respaldar. Y luego de iniciada la función, el tránsito continuo de asistentes por la escalinata contigua no permitía seguir la ópera como debía ser.

El tema del amor es central en la obra, definido en un fragmento por la voz protagónica como reza el artículo presente –“el amor es un pájaro rebelde”-, una metáfora reveladora y audaz. Siendo de por sí un tópico indefinible, inabarcable, inasible al concepto humano, sólo la poesía puede alcanzarnos alguna reverberación de su naturaleza, gracias a su carácter alado y múltiple. Basada en la novela homónima del escritor francés Prosper Mérimée, Georges Bizet nos ha entregado una obra majestuosa, ya no sólo por la historia, sino por la música, una de las más bellas creaciones del arte universal. Por su cercanía con España, el compositor recrea en muchos pasajes del drama lírico los sonidos andaluces que dotan a la historia de una cálida atmósfera propia del aire del Mediterráneo. Cómo no caer embelesado ante los compases de las arias de “La habanera” y “La canción del toreador”, cumbres melódicas de la música universal.

II

La novela Carmen de Prosper Mérimée se publicó en 1845, una narración corta de cuatro capítulos que da origen a la ópera de Bizet. El argumento difiere levemente del libreto que escribieron los franceses Ludovic Halévy y Henri Meilhac para la creación del músico parisino. En la obra literaria se cuenta la historia de un arqueólogo que realiza investigaciones sobre una ciudad perdida de la época prerromana llamada Munda. Entre las ciudades de Montilla, Córdoba y Sevilla, en la región de Andalucía, despliega sus búsquedas, cuando conoce de casualidad a un tal José Navarro una noche que debe dormir a la intemperie acompañado de su guía. Pero no será hasta más adelante que se enterará de que a quien ha conocida es a un feroz bandido que huye de la justicia y cuyo nombre verdadero es José Lizarrabengoa, natural de Elizondo, en el valle de Baztán, en el país vasco. Cuando este tipo es aprehendido por las autoridades, el arqueólogo lo visita en la cárcel, y aquél le cuenta su vida de aventuras.

Entretanto, estando en Córdoba, había trabado amistad con una hermosa gitana de nombre Carmen, la misma que ha sido parte de las venturas y desventuras del hombre que ha caído en desgracia. Escucha el relato de José, quien con bastante detalle le cuenta la forma como conoció a la gitana, la relación que lograron tener en todo ese tiempo, sus encuentros y desencuentros, la manera tan libre como ella asumía el amor que José le había declarado. Las separaciones permanentes, producto de los viajes que ella realizaba por diversos pueblos de la región, los celos que despertaban en él al saber los encuentros con otros hombres de su vida, especialmente con un picador de nombre Lucas, con quien Carmen se entrevista durante una corrida de toros, desencadenan la terrible reacción del soldado convertido en contrabandista y salteador.

Durante toda la novela se desliza, como telón de fondo, una aproximación a la cultura romaní, sus costumbres, su tipología, su lengua y sus prácticas conocidas en el mundo entero. Algo de la superstición y de las creencias que han alimentado los gitanos a lo largo de su nomadismo secular, están presentes en las descripciones y opiniones del arqueólogo, puntos de vista que tal vez muchos compartían por aquella época y que tal vez ahora mismo sean parte de ese imaginario colectivo con respecto a un pueblo que ha logrado sobreponerse a los avatares de su vida perdularia. El libro se lee de un tirón y atrapa fácilmente al lector.

 

Lima, 23 de diciembre de 2025.    

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